Cuando se utiliza el término de seguridad alimentaria se usa con el fin de garantizar que los alimentos que consumimos sean seguros, inocuos y nutritivos. Esto implica desde la producción en el campo hasta el momento en que llegan a nuestra mesa, pasando por todas las etapas de procesamiento, almacenamiento y distribución.
En términos más técnicos, la seguridad alimentaria se define como la ausencia de riesgos para la salud asociados al consumo de alimentos. Estos riesgos pueden ser de origen biológico (bacterias, virus), químico (contaminantes) o físico (objetos extraños).
Obligaciones en seguridad alimentaria
Estas son las obligaciones de las empresas en tener seguridad en los alimentos:
Resguardo de la salubridad pública: Lo que principalmente se busca es proteger la salud de los consumidores que ingieran determinados productos. Un brote de enfermedad transmitida por alimentos puede tener consecuencias devastadoras para una empresa, tanto en términos económicos como de reputación.
Cumplimiento normativo: La seguridad alimentaria está regulada por una serie de leyes y normas que las empresas deben cumplir.
Confianza del consumidor: Los consumidores son cada vez más exigentes en cuanto a la seguridad de los alimentos que consumen. Una empresa con un sistema de seguridad alimentaria sólido ganará la confianza de sus clientes y se diferenciará de la competencia.
Mitigación de riesgos: Un sistema de seguridad alimentaria bien implementado ayuda a identificar y controlar los riesgos potenciales, lo que reduce la probabilidad de incidentes y pérdidas económicas.
Beneficios de implantar una seguridad alimentaria correcta
Mejora de la imagen de marca: Una empresa comprometida con la seguridad alimentaria proyecta una imagen de calidad y responsabilidad social.
Aumento de la competitividad: Los consumidores están dispuestos a pagar más por productos que consideran seguros y de calidad.
Disminución de coste: Un proceso de seguridad en alimentos competente se convierte en un colaborador ayudando a disminuirlos los gastos relacionados con devoluciones, retiros de productos y litigios.
Acceso a nuevos mercados: Muchos países tienen requisitos estrictos en materia de seguridad alimentaria para la importación de productos.
¿Cómo implementar un sistema de seguridad alimentaria?
Estos son los pasos para implementar un buen sistema de seguridad alimentaria:
Análisis de peligros y puntos críticos de control (APPCC): Identificar los peligros potenciales y establecer medidas de control para prevenirlos.
Capacitación del personal: Asegurarse de que todos los empleados estén capacitados en las prácticas correctas de higiene y manipulación de alimentos. Para ello es muy importante que hagan un curso de seguridad alimentaria.
Proveedores: Clasificar proveedores buscando los más confiables, aquellos que custodien los métodos de seguridad en materia de alimentación.
Verificación y validación: Realizar auditorías periódicas para verificar el cumplimiento del sistema.
La seguridad alimentaria es un pilar fundamental para cualquier empresa del sector alimentario. Al invertir en un sistema de seguridad alimentaria sólido, las empresas no solo protegen la salud de los consumidores, sino que también fortalecen su marca, aumentan su competitividad y reducen los riesgos.
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