La cultura del conocimiento resulta ser una llave imprescindible para abrir las puertas al mercado laboral. Una formación adecuada y actualizada permite al trabajador adaptarse con total facilidad a las exigencias que requiere su puesto de trabajo.
Dicha formación tiene sus cimientos en poseer unos conocimientos mínimos en una materia relacionada con el futuro puesto de trabajo a desempeñar, para lo cual el estudiante decide decantarse por unos estudios determinados, con el deseo de desempeñar en un futuro mediano la profesión que represente su vocación o la que mejor se adapte a sus habilidades y capacidades personales.
No obstante, si bien para ocupar determinados cargos el hecho de estar en posesión de una titulación resulta imprescindible, bien se puede definir como fundamental la especialización, lo que comúnmente se denomina como reciclaje formativo.
En los tiempos en los que nos ha tocado vivir, los cuales se caracterizan por el cambio y la innovación, todo profesional ha de estar al corriente de las últimas modificaciones en lo que a materia de contenido se refiere, si no quiere quedarse obsoleto en el mercado laboral, con la consecuencia de no responder a las exigencias del actual campo profesional que define nuestra sociedad.
Es de esta manera como cada vez es más usual el comprobar el hecho de que todo estudiante que acabe sus estudios se encuentra en una situación de generalidad, la cual lo induce a continuar sus estudios, ya encaminado a una especialización que le oriente en su campo de trabajo.
Es de sobra conocido como toda persona que haya finalizado sus estudios en Ciencias Empresariales o Económicas se encuentre desorientado a la hora de continuar su extensa oferta laboral y tenga dificultades a la hora de tomar alguna decisión referente a su continuidad profesional. Es en este apartado económico financiero donde nos vamos a detener en un curso que, debido a su trayectoria y larga permanencia en todo lo referente a productos, mercados y técnicas de gestión, se ha convertido en todo un referente para las compañías bancarias más prestigiosas del momento.
Entre esta especialización profesional, la cual cada vez está mas demandada por la sociedad y, en especial medida, por la creación de nuevos puestos de trabajo los cuales han provocado nuevos perfiles profesionales que anteriormente no existían, se encuentra la ramificación en los estudios financieros.
Cerca de 500 asesores financieros se preparan para obtener las certificaciones de asesor financiero en España. Y todos los años se abren nuevas convocatorias para realizar los exámenes de la EFPA (European Financial Planning Association), exámenes DAF (Diploma de Agente Financiero) y exámenes EFA (European Finacial Advisor).
El examen EFPA, realizado en diferentes ciudades de toda España, registra todos los años un gran número de inscripciones en la asociación (European Financial Planning Association), unas inscripciones que vienen aumentando de manera gradual todos los años. Y también todos los años más de un 55% de los presentados superen las pruebas. Este dato hace reflexionar sobre la importancia de estar bien preparado a la hora de poder superar este examen.
La certificación EFA representa de manera oficial la idoneidad profesional que prepara al futuro trabajador para desarrollar tareas de consejo, gestión y asesoría financiera a particulares, ya sea en banca personal o privada, así como también en servicios financieros orientados al cliente a nivel individual y, en general, en toda función profesional bancaria, bien de seguros o bien independiente, que suponga la oferta de un servicio que combine la asesoría patrimonial y financiera bajo un enfoque globalizador.
Así pues, dicho examen se ha convertido en una herramienta altamente valorada a la hora de mejorar el asesoramiento financiero, en el cual la relación entre cliente y asesor resulta ser el núcleo del éxito para llevar a cabo con satisfacción esta labor empresarial, la cual se basa en un nivel de confianza caracterizado por cuidar de los intereses del cliente al máximo, siempre y cuando se cuente con la total sinceridad por parte del cliente. Es decir, para cumplir unos derechos se hacen necesarios cumplir en primer lugar con las obligaciones impuestas por cada parte.
Sólo así el asesor financiero podrá desarrollar su labor con total eficacia, la cual consiste en descubrir las necesidades financieras de su cliente analizando su nivel de riesgo, para lo que todo asesor necesita evaluar la edad de su cliente, situación familiar y profesional, su tipo impositivo y todo patrimonio del que pudiera disponer, englobando todos estos aspectos en la historia personal y circunstancias pasadas, presentes y futuras de la persona en cuestión. Una vez realizado este primer estudio, es entonces cuando el asesor puede iniciar sus recomendaciones, adaptándose en todo momento a las necesidades individuales de la persona con la que está tratando.
Para todo ello el asesor ha de ser objetivo, al mismo tiempo que debe preocuparse por establecer una sólida relación con su cliente, con el objetivo de conocer cualquier modificación de su situación actual. Expresado en otras palabras, el asesoramiento financiero supone un ejercicio de comunicación basado en prestar recomendaciones personalizadas a un cliente.
El asesoramiento en materia de inversión supone un nuevo servicio de inversión. De aquí proviene el auge de la convocatoria de exámenes EFPA que preparan para obtener la idoneidad en este tipo de capacitaciones profesionales, que cada vez se encuentra más en alza y cuyas convocatorias para el presente año ya han dado paso a las primeras inscripciones.
Importantes entidades financieras apuestan por mantener una elevada calidad y un comportamiento ético entres sus profesionales, entre los que se encuentran prestigiosas compañías como son el BBVA, Banco Santander Central Hispano y la compañía Bankinter. Todas ellas se han convertido en unas entidades las cuales han iniciado un proceso de certificación de sus profesionales dedicados a las tareas de asesoramiento o planificación financiera personal, compartiendo con EFPA España los objetivos de autorregulación, calidad y compromiso ético de sus empleados.
Las convocatorias de exámenes para acceder a este puesto de trabajo son anuales, por lo que todo interesado en acceder a ellas ha de estar correctamente informado de cualquier publicación en el boletín oficial y convenientemente preparado para superarlas.
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