Desde el curso 2010-2011, al margen de la tradicional prueba de acceso para mayores de 25 años, también existe una prueba más sencilla, mediante la cual, aquellos que hayan cumplido la edad de 45 años, pueden acceder a la universidad en caso de aprobarla. Por otra parte, los mayores de 40 años tienen acceso directo a la enseñanza universitaria por el simple hecho de acreditar experiencia laboral o profesional que guarde relación con la titulación que quieren cursar.
Por lo tanto, desde el mencionado curso se ampliaron de forma notable las opciones de aquellos que aspiran a cursar estudios universitarios y carecen de la titulación académica requerida para poder acceder a los mismos.
Todos estos cambios se produjeron como consecuencia de la adaptación española al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que obligo a modificar sustancialmente las vías y los requisitos de acceso a las enseñanzas universitarias de grado.
Por lo tanto, según hemos mencionado anteriormente, aquellos que dejaron los estudios y que no tienen la posibilidad de acceder a la universidad a través de la vía tradicional (es decir, aprobar el examen de selectividad después de haber superado exitosamente los estudios de bachillerato del sistema educativo español), disponen de tres opciones de acceso que varían en función de su edad.
Pero estas no son las únicas vías. Según establece el Real Decreto 1892/2008, también tienen acceso a las universidades españolas, sin tener que pasar ninguna prueba de acceso, aquellos estudiantes que procedan de sistemas educativos de Estados miembros de la Unión Europea o de otros países (siempre y cuando se haya homologado el título del país de origen al título de Bachiller español).
Por otro lado, también están exentos de tener que realizar la prueba de selectividad los titulados en Formación Profesional de Grado Superior.
Acceso mediante acreditación de experiencia laboral
El objetivo de esta medida es hacer más sencillo para los profesionales la posibilidad de actualización y readaptación a las nuevas exigencias del mercado laboral. El único requisito que hay que cumplir, aparte del hecho de que la experiencia laboral acreditada debe estar relacionada con las enseñanzas universitarias que desean cursar, es haber cumplido los 40 años antes del primero de octubre del año en que comienza el periodo académico correspondiente. Para poder incorporarse al proceso de selección, los interesados tienen que presentar una solicitud ante el rector de la universidad donde quieran estudiar.
En este sentido, las universidades deben reservar para este tipo de alumnos entre un uno y un tres por ciento de las plazas existentes.
Por otro lado, las universidades está obligadas a incluir en sus planes de estudios, planes que son verificados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), los diferentes criterios de acreditación y aceptación que se van a utilizar, así como aquellos ámbitos de la experiencia laboral y profesional que guardan relación con cada uno de los títulos de grado que ofrecen. Resulta conveniente mencionar que entre los criterios de acceso que tienen que utilizar las universidades debe incluirse una entrevista personal con el candidato.
Puesto que el acceso a través de esta vía necesita que el solicitante indique la titulación concreta que está interesado en cursar, los criterios de aceptación definidos en los planes de estudios permitirán que los responsables universitarios pertinentes puedan seleccionar de una manera objetiva a los diferentes candidatos en función de su adecuación a los estudios.
Prueba para mayores de 45 años
Por otro lado, las universidades españolas también realizan pruebas de acceso adaptadas a los mayores de 45 años, dirigidas a futuros estudiantes de esta edad que no puedan acreditar experiencia laboral o profesional.
El objetivo de estas pruebas es validar la capacidad de los diferentes candidatos para cursar con éxito enseñanzas superiores. En las pruebas se comprueba su expresión escrita y aptitud intelectual mediante dos ejercicios: un examen de lengua castellana y un comentario de texto o desarrollo de algún tema general de actualidad. Además, en las universidades que se encuentren en comunidades autónomas donde exista una lengua cooficial, éstas pueden establecer un ejercicio adicional en dicha segunda lengua.
En principio la única diferencia de esta prueba con la prueba de acceso para mayores de 25 años es que no incluye un examen de un idioma extranjero.
Una vez aprobado el examen, los candidatos también deben superar una entrevista personal, tras la cual los órganos de gobierno de la universidad deberán determinar si son aptos o no para empezar sus estudios en la misma.
Los exámenes se convocan anualmente y se realizan en la universidad donde los posibles futuros alumnos desean comenzar sus estudios. Las universidades deben reservar, al menos, un dos por ciento de sus plazas para este tipo de estudiantes.
Es posible estudiar a partir de los 40
Desde este apartado quiero animar a todos aquellos que, después de cumplir los 40, sienten que su potencial profesional está infravalorado por no poseer una titulación universitaria, a que se planteen la posibilidad de estudiar una carrera. Algunos de los editores de cursos de formación sabemos que con una buena planificación, fijándose metas realistas y utilizando unas técnicas de estudio adecuadas, se puede conseguir obtener la titulación universitaria deseada.
Es cierto que resulta muy complicado completar una carrera a partir de esta edad, sobre todo si se tienen responsabilidades familiares o estamos trabajando, pero si gozamos de la suficiente motivación y nos planteamos nuestro objetivo como una carrera de fondo donde el esfuerzo realizado es constante, se puede conseguir. A veces pautas como ver menos televisión, sustituir la lectura de novelas por la lectura de los libros de la carrera, o llevar siempre algunos apuntes a mano para poder revisarlos en cualquier momento libre, son suficientes para conseguir alcanzar nuestra meta formativa.
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