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lunes, 4 de julio de 2011

Planeando el futuro, planeando tu formación

Cuando pensamos en nuestra formación, hay muchos factores que debemos tener en cuenta. Primeramente, nuestros propios gustos. Es evidente, por ejemplo, que si no podemos ver sangre, no nos convertiremos en cirujanos. Pero a veces este tipo de asuntos no están tan a la vista. Cuando elegimos una carrera universitaria debemos informarnos bien, no sólo sobre lo que haremos, sino sobre cuál es el plan de estudio, y cuáles son las salidas laborales. ¿Dónde podremos trabajar? ¿Con quién?, etcétera. Si conoces alguna persona que esté trabajando en tu área de interés, o que sea un profesional de aquello a lo que te gustaría dedicarte, deberías hacerle todas las preguntas pertinentes que se te ocurran. El plan de formación que elijas debe ser compatible contigo, con tu estilo de vida, con lo que buscas.

Seguidamente, debes pensar en la actualidad, en qué vale la pena estudiar el día de hoy. Para ilustrar esta idea, diremos que un curso de ingles en Barcelona es algo óptimo, mientras que un curso de esperanto, u otra lengua muerta, resultará de total inutilidad en tu formación. Debes pensar en lo que te espera, mirar hacia adelante y a partir de ahí comenzar a focalizarte.

Este último punto es muy importante, y aplica sobre todo al área de la tecnología y los idiomas. Aprender idiomas es un plus, y si bien saber inglés es hoy en día obligatorio, otros idiomas podrían, por ejemplo, crear una ventaja a la hora de buscar un trabajo, o a la hora de viajar, conocer gente, o simplemente aprender a comunicarte mejor.

Un nuevo idioma abre la mente, y verás que cuantos más idiomas hayas estudiado, más fácil te resultará aprender el siguiente, ya que tu mente habrá sido “desbloqueada” y encontrarás similitudes entre las distintas hablas. Puedes tomar, por ejemplo, clases de alemán. Un idioma que resulta "difícil" al principio, pero una vez que atravesaste la etapa inicial ya no es tan complejo, de hecho tiene mucha lógica. Las palabras son muy parecidas al inglés en cuanto a la forma, si bien la gramática es muy distinta. Esto ocurre porque comparten su raíz.

Afortunadamente, se han desarrollado métodos de enseñanza que facilitan el aprendizaje. Por ejemplo, puedes elegir tomar tu clase cualquier día de la semana, incluso sábados o domingos, en el horario que más se ajuste a tu agenda. Las clases pueden estar orientadas a los negocios, o al aprendizaje del idioma general, ya sea individualmente o con otras personas en cursos grupales. Además, profesores nativos de cada idioma aseguran que lograrás una mejor pronunciación.

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